jueves, 10 de noviembre de 2011

Mi Ataque

Cuánta intriga les habrá causado todo esto de tener un celular con un solo número, no? bueno, igual que a mí, que después de darle vueltas y vueltas decidí llamarlo; pero la desilusión fue cuando solo se quedó sonando sin nadie que atendiera del otro lado. ¿Acaso se habría arrepentido? ¿estaría ocupado? no lo se... pasaron los días y no había ninguna novedad en el frente, nadie se me había acercado de alguna forma que me hiciera sospechar.

Mis cosas no estaban del todo bien, viajando en un colectivo para hacer una nota me descompuse y tuve que bajarme y tomarme un taxi para ir a mi casa, los días a medida que se sucedían eran peores; médicos a domicilio, casi sin apenas poder salir a la calle, sudoración fría en las manos y en la nuca, aceleración del corazón, falta de aire y respiraciones rapidas y profundas, temblores en las piernas, nauseas, flojedad, mareos y sensación de desmayo. Debo reconocer que como los médicos no me daban ningun motivo aparente por el cual yo estuviera así que me ganó la periodista que llevo dentro y me puse a buscar información en internet y relacionados a estos síntomas encontré Stress y Ataques de Pánico.

Cuán duro puede llegar a ser para una persona que le gusta sociabilizar y estar en la calle, tomarse colectivos solo por placer el no poder salir por miedo a que te pase algo estando sola.

Todo era eterno, licencia por enfermedad, tratando de conseguir algún otro médico que me diera alguna solución, sin poder lograrlo. Derivación a la brevedad a un Centro de Salud Mental por Fobia y yo sabiendo que debía tomarme un colectivo durante 1 hora para llegar a hacer la admisión y que se dignaran a darte un turno quien sabe para cuando, o sea, tendría que hacer 2 viajes mínimo para que alguien me viera. Costó bastante animarme a subir al colectivo, no veía la hora de llegar para que me dieran un turno para el 15 de noviembre... ¿otras 3 semanas tendría que pasar así? el infierno estaba en mi mente...

Volví a llamar para pedir un turno con otro clínico, ya no podía ver como me miraban, como con asco y le planteé todo lo que me había pasado en este tiempo, que me parecía una falta de respeto que entre que te sentís mal y que te atiende un médico pasa 1 mes y medio. A lo que no me pudo responder con nada y me dio media pastilla a la mañana, media a la tarde y media a la noche, para que me ayudara a bajar un par de cambios.

Honestamente, no me animaba a tomarla, tanta mala prensa se había hecho de ella que me daba miedo, hasta que hice un pico cuando salí a comprar un regalo para una amiga y volví a sentirme mal en la calle y dije: "o la pastilla o yo" así que fue lo primero que hice cuando llegué a casa, pero en vez de tomar media, tomé un cuarto y me quedé profundamente dormida.

Allí en sueños te encontré, me hacías tanta falta, ¿donde estarías? entre nosotros había quedado una conversación pendiente y creo que el momento había llegado.