Hacer el Amor, Por el Amor Mismo

Besos a montones, desde el momento en que casi no puedo cerrar la puerta por besarlo, por toda la emoción que me causaba que estemos de nuevo juntos, de toda la felicidad que tenía en mi cuerpo y alma porque el destino nos haya vuelto a juntar...
quizás por eso estaba tan feliz, porque eso significaba que nos quedaban montones de cosas por vivir juntos aun.

Hicimos el amor, por el amor mismo, con todos los ingredientes que se pueden pedir, eramos solo aquellos niños que fuimos pero en el presente, nos cuidabamos mas de lo que podíamos pedir, la ternura que nos hallaba juntos hacía que soñaramos con los ojos mas abiertos que nunca.

Quería quererlo, quería amarlo, que se sintiera en casa, demostrarle que el mundo puede que haya seguido girando pero nuestros corazones habían nacido para estar juntos... tenía miedo, mucho miedo, no quería volver a salir lastimada, que me olviden, que me ilusionen y despues desaparezcan, ya lo había perdido una vez, ¿quien diría que esta vez sería diferente? Crecimos, si, nuestras perspectivas del mundo habían cambiado, así que día y noche estaba confiando en el... ¿Estaré haciendo bien? me preguntaba...

Nuestros cuerpos estaban cubiertos de sudor, de amor, de pasión, de sentimientos, de ganas de desaparecer del mundo, de volar de su mano muy lejos de aquí, solo quería besarlo hasta que me dijera basta y amarlo hasta que mi cuerpo deje de respirar; sentía cosquillas en la panza, piel de gallina cada vez que me tocaba, era como un sueño hecho realidad.

Nos quedamos juntos en cada rincón de casa, Cleo nos miraba como si estuvieramos locos, creo que nadie iba a poder entender lo que nos pasaba cada vez que estabamos cerca, mas que nosotros y eso me hacía muy feliz.

Me la pasé cantándole al oído y el a cambio se la pasó susurrandome palabras llenas de dulzura, montones de "te amo" pintados de colores y sueños que tenía ganas de cumplir conmigo.

¿Que me pasaba? Estaba realmente enamorada, soñaba cada segundo con el, no quería tenerlo lejos, estaba plenamente feliz porque el destino tenía una misión para nosotros y era juntos.