Año nuevo, vida nueva!

Cuántas veces oímos ese dicho? ya ni lo recuerdo, solo se que de todas las oportunidades muy pocas veces se pone en práctica. Mi año comenzó con una gran noticia, después de pasar por la clínica al final se había cumplido mi pedido. Si bien hubo hombres en mi vida, ninguno fue tan importante para mi como para cumplir mi mas ansiado anhelo, todos tenían una excusa, nadie quería un compromiso verdadero. Hoy puedo hablarlo sin miedo, porque ya pasaron varios meses y aunque debo reconocer que a mas de una persona de mi entorno le cayó como un baldazo de agua fría y aun hay otros que no aprueban mi decisión, se que es lo mejor que podría haber hecho. Como saben, nunca fui demasiado normal, me destaqué por mi soledad, por mi independencia, por mi autosuficiencia y esta noticia va a demostrar una vez mas que es así, espero que sepan entenderme. Como bien les dije en mi última entrada antes de volver, aquella que publiqué en enero de este año, mi mas grande sueño ademas del periodismo era ser partera, porque tenía la posibilidad de estar en contacto con bebés aunque yo sabía que mi camino no marcaba señales de que en realidad tuviera acceso a uno propio. Este año cumpliría mis 30 y eso lleva a mas de una a replantearse donde esta parada y como va a enfrentar esta vida que aún siguen mirando un par de ojos. A pesar de todos los pronósticos, en enero comencé un tratamiento en una clínica de fertilización, ya se me había explicado que las posibilidades de concebir en la primera vez eran muy bajas, dependiendo de la fertilidad que presentara la madre y así como Jennifer Lopez en la película igual decidí tomar el riesgo. Mi tiempo había llegado.