Mi Amiga Bruja

Un almuerzo a las corridas como hace tiempo no tenia, porque después de varios intentos pude dar con la Bruja Presidencial y me concedió una entrevista para las 15:30 del día después de la asuncion de Cristina al Gobierno; me decía que “conseguir una cita antes era imposible porque estaban con todo, preparando las cosas para ese día”.
Caminando llegue a la puerta de un edificio de mucha categoría, ubicado en Recoleta, muy cerca del Shopping Buenos Aires Desing, ahora solo restaba tocar el timbre y ver si era cierto eso de que “todos los caminos conducen a Roma”, después de todo hacia tanto tiempo que no hablaba con Gabyta que había perdido hasta el sonido de su voz.
Yahanna, ese era el nombre de la bruja, demoro en atender el portero eléctrico ya que una vez entradas en confianza me contaba que “gracias a esto de las cámaras de seguridad uno atiende a quien quiere”.
Secretos y mas secretos se develaron esa tarde, me contó que ella vivía en Santa Cruz muy cerca de la casa de la, ahora, presidenta electa; que siempre había trabajado para esa familia y que cuando su marido había sido elegido presidente en el 2003 se había tenido que mudar junto con ellos a la capital. Afirma que la plata con la que compro el departamento es obra de su trabajo y algunos ahorros que tenia guardados producto de una herencia.
Según sus cálculos Cristina nació bajo una estrella que le daba el augurio de su futuro como presidenta y que todo lo que había conseguido durante su vida ya estaba destinado según las cartas.
Me mostró cartas astrológicas, cartas natales, todo estaba fielmente guardado bajo llave y si bien debía guardar su secreto sabia que si me lo pedía no hablaría sobre ello, porque nadie me pone un revolver en la cabeza porque sino me echan, yo trabajo por mi cuenta y si les gusta bien y sino que se busquen alguien que se venda y que no tenga códigos.
Después de una larga hora de “charla de amigas” y cuando estaba a punto de irme con la promesa de volver me comento que hace algunos años cuando recién había llegado a capital se había cruzado con una chica que había tenido que cambiar sus datos porque su ex novio la estaba buscando y que me lo contaba a mi porque cuando era joven había tenido una visión de que yo iría a entrevistarla, pero que en realidad yo necesitaba encontrar a una persona, en ese momento no dude de darle un abrazo, porque al fin las piezas de mi rompecabezas estaban empezando a encajar.
Me fui a transcribir mi entrevista, que si bien no tenia un gran apuro quería dejarla terminada para luego ver si en realidad con los datos que me había dado Yahanna podía dar con Gabyta. Creo que fue la primera vez que termine el trabajo tan rápido, pero es que lo que me aguardaba era demasiado importante y sabia mejor que nadie que quizás esa chica llamada Elektra no tenia nada que ver con mi pasado, solo me restaba un poco de tiempo y paciencia.
Mientras transcribía mi entrevista recibí un mail de El Gallego diciendome que las cosas por su país no estaban de todo bien y aunque en las elecciones el actual presidente no haya podido conseguir el apoyo mayoritario del pueblo para la reforma constitucional el seguía dando batalla. No se porque ese mail me dolía mas que los anteriores, me dolía el solo hecho de que el estuviera tan lejos, me dolía que el haya cambiado hasta el punto de no querer volver a verme. Las cosas entre nosotros estaban cambiando, no se si por la distancia o por la cantidad de trabajo que nos agobiaba a los dos y que no nos dejaba tiempo para extrañar, mas que por las noches cuando ya estábamos relajados y nos disponíamos ser nosotros, a ser felices juntos, a bañarnos, a mirar una peli, a mimarnos y a disfrutarnos después del día agotador que nos había acontecido. Honestamente ya no quería seguir despierta, así que en ese momento apague la laptop y me dispuse a dormir o quizás a tratar al menos, ya que lo que llore esa noche no lo voy a poder olvidar jamas; miles de recuerdos, canciones, sueños que nos veían juntos y hoy ya no se iban a hacer realidad, amor del mas puro que no podíamos demostrar, los dos estábamos muy dolidos y no sabíamos que esperar.