Sin Vuelta Atrás

Hace ya varios días que volví de mi viaje y las cosas por estos lados cambiaron demasiado hasta tal punto de que El Gallego tuvo que salir de viaje a cubrir algunos de los hechos que se suceden en su país, la verdad que me asusta tanto pero no puedo decirle que no lo haga porque se que eso para el es lo mas importante del mundo y si yo no estaría de acuerdo le cortaría las piernas y su sueño; el nació para ello, lo lleva muy dentro del alma, fluye por sus venas y no hay nada que lo haga ser otra cosa, el es y siempre sera Un Gran Periodista.
Mientras el viaja y casi no tengo noticias suyas, porque muchas veces es bastante complicado poder comunicarnos, porque las elecciones están cerca, porque la gente esta bastante conmocionada con todo lo que acontece a diario, porque con todo esto de la reforma constitucional y que el mismísimo presidente haya implantado una ley para que el siga ocupando su cargo indefinidamente, nos volvemos un poquito mas locos. Creo que es en momentos como este cuando mas me doy cuenta el dolor que se siente tener lejos a la persona q uno quiere, porque por mas que yo haya viajado por un problema de salud y haya compartido mi habitación con Rosa y Carmen, por mas que haya hablado con el a diario, creo que este tiempo le va a servir a el para replantearse si en verdad aun quiere estar conmigo; debo admitir que las pocas veces que hablamos desde que el viajo lo note disperso, confuso, enojado, lo note cansado y hasta un poco decepcionado pero no me quizo decir sobre que.
Anoche cuando estaba por quedarme dormida apareció Gabriel, ahí sentadito al costado de mi cama, en el mismo lugar donde Mi Gallego me miraba dormir y me pregunto que sentía y ahí fue cuando no soporte mas esta angustia y me largue a llorar sin consuelo.
- Gabriel, porque sabes cada vez que estoy mal y apareces en mi vida sin pedir nada a cambio?
- Solo porque se que la única razón por la cual estoy en esta tierra es para que vos no sufras, odio verte llorar, siento cada vez que tu corazón se fisura, ya te olvidaste que te observo cada día y cada noche desde lo alto de ese árbol al que todos llamamos Vida?
- No, no me olvido solo que muchas veces me siento tan sola...
- Pero no lo estas, porque yo estoy siempre caminando a tu lado aunque no me veas, ceno contigo para que no estés sola, te hago compañía mientras navegas en Internet buscando información que te haga saber sobre el Gallego o mismo cuando verificas que las notas que escribiste hayan sido bien publicadas. Estoy ahí mientras cuidas a Cleo o mientras observas a ese bebe en la plaza, estoy cerca tuyo cuando vas al shopping y te detenes en la única vidriera de ese negocio al que por mucho tiempo no vas a entrar... si, al de ropa de bebes. Te observo, te acompaño y disfruto viéndote sonreír.
- Seria tan lindo que pudieras abrazarme, que pudieras demostrarme que en realidad las cosas no son tan amargas como yo creo, que al despertar me mostraras el brillo del sol aunque este lloviendo a cantaros, que siguieras siendo la persona que me aguanta después de casi 3 años y que secaras mis lágrimas cuando ya no queda nada por hacer.
Y así sin mas, me dormí profundamente, nunca voy a saber si esta conversación existió en realidad o solo fue el comienzo de mi sueño, lo único que se es que cuando desperté, la ventana estaba abierta y que en la silla en donde se había sentado Gabriel una Mariposa reposaba pacíficamente.
En mi cuenta de mail no había nada que trajera aunque sea por un segundo al Gallego a mi lado y los diarios de su país no daban noticias muy alentadoras, 2 personas habían muerto en Valencia y se esperaban marchas para los días anteriores a las elecciones. Lo único que podía hacer era seguir elevando mi oración a los cielos, pidiendo una ayudita para que el vuelva sano y salvo a mi lado, o mejor dicho que no le suceda nada, porque quizás el ya no quiera volver a verme mas, por si o por no, le pedí cada día y cada noche por su salud, el resto ya no importaba.
Otra jornada laboral comenzaba, ahora solo restaba ser paciente y esperar.