martes, 2 de octubre de 2007

La Historia de Un Gato Y Su Mariposa

Una vez conocí a un Gato, ella Mariposa como siempre solo lo miraba a la distancia por miedo a que aquel felino pudiera hacerle daño, pero que después de observarlo durante noches eternas se dio cuenta de que solo quería tenerla cerca para poder verla al igual que ella. Podríamos decir que no existió jamás relación tan rara como la de este Gato y su Mariposa, pero con solo verlos en esos momentos que compartían durante el día bastaban para que quedara demostrado el amor que se tenían.
Oí x ahí que el Gato un día le lloró durante muchas noches a la Luna para que le diera la oportunidad de amar a su Mariposa pero sin hacerle daño, solo pedía ser humano solo por un día… mirá cuanto se conocían que la Mariposa le pidió al Sol que solo por 1 día dejara que su Gato y ella se amaran sin todo lo que los separaba, Millones de obstáculos, entre ellos, su tamaño… solo amor, tristeza, sonrisas y lágrimas, algún que otro abrazo para calmar los nervios y un beso en la frente que esperaban la resolución del Sol y de la Luna.
Después de días y noches de debate lograron ponerse de acuerdo en el día y la hora en que los amantes llegarían a estar juntos, porque quien mejor que ellos conocía lo que era estar separados sintiendo de corazón el Amor Verdadero?
La noche esperada había llegado, como cada encuentro se hallaron bajo la luz de su luna, aquella que les había ofrecido protección durante todos sus encuentros…
y que paso? De seguro te preguntarás, no? Bueno, paso a contarte:
El cielo se encontraba cubierto de estrellas, de esas noches que se tornan especiales aunque no haya ninguna razón para que lo fuera, pero con la diferencia de que esta vez el amor se había hecho presente entre ellos. Solo se tomaron de las manos, rozaron sus palmas, vieron que su piel era del mismo color, lograron observar que ya no había nada que los separara… eran humanos y se conocían tanto que uno podía saber lo que el otro quería aunque no dijeran ni una palabra.
El le dijo que ella era su Alma Gemela, que sentía y vivía por ella, que ya no quería volver a apartarse de su lado, costara lo que costara, aunque tuviera que perder la vida en el camino.
Ella no podía dejar de mirarlo a los ojos igual que cuando era un Gato y le pedia que se posara en su cabeza. Y así sin que nadie dijera nada el le besó la frente y ella no pudo contener la emoción ya que mientras eso sucedía ella lo abrazaba y no podía dejar de llorar.
Que podemos hacer con todo esto que sentimos, mi amor? Le dijo Mariposa, a lo que el Gato no supo que contestar.
Faltan apenas horas para que este sueño de ser humanos se acabe y volvamos a ser aquellos de los que nos enamoramos, x eso dime: que te gustaría que hagamos? Esta vez fue el quien lo dijo.
Solo quiero que me abraces y que nos quedemos dormidos mientras sentimos nuestros corazones tan juntos, quizás sea la última vez que podamos hacerlo, le dijo Mariposa.
Tus deseos son órdenes para mi, mi amor, dijo el enamorado.
Y así pasó su noche y cuando la Luna se ocultó y el Sol comenzó a cubrir con sus rayos cada espacio del planeta despertaron para jurarse AMOR ETERNO aunque cada cual volviera a su cuerpo original. Y así sucedió, a los minutos de ocurrida esta promesa el Gato volvió a ser Gato y ella una pequeña Mariposa.
El Gato y su Mariposa, que locura! Pensaban todos; que pareja tan despareja! Se oía decir a todo aquel que los veía pasar. Pero para ellos eso era cosa de nada ya que les bastaba con haber podido compartir una noche y haberse jurado que ni el tiempo ni la distancia iba a poder derrumbar lo que dos corazones llegaron a construir, lo mas hermoso y fuerte del mundo: EL AMOR VERDADERO.

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